Dónde está tu Energía?
- Myriam Markert
- 4 feb 2023
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 3 jul 2024

Tratando de definir energía me encontré con diversas acepciones y definiciones, todas relacionadas con fuerza de acción, con la capacidad de realizar un trabajo, de hacer funcionar las cosas, de transformar o poner en movimiento algo determinado, una variación de temperatura, una transmisión de ondas.
Es un término que podemos rastrear en diferentes disciplinas, épocas y culturas. En la India por ejemplo se llama Prana, aliento de vida que impregna y pone en conexión todo lo que hay en el universo. En China se llama Qi o Chi, es la fuerza vital esencial que fluye a través de toda la naturaleza, que da vida y sentido a toda la materia. Desde la Medicina Tradicional China, se considera que un movimiento equilibrado de Qi tiene el poder de fortalecer, energizar y sanar el cuerpo.
En el campo de la Psicología también se utiliza el concepto de energía, Freud y otros representantes de la escuela psicoanalítica hacían referencia al mismo desde ese campo teórico, pero ya Aristóteles se refería a la energía de la mente como la esencia de la vida. Esa energía psíquica y vital, inherente al ser humano solo podemos verla través de sus resultados, generadora constante de pequeñas y grandes decisiones, pujanza, desgano, abatimiento, vitalidad, desaliento o vigor.
De la misma forma que decides cómo te vistes o qué desayunas, hoy puedes decidir en qué pensamientos pones tu atención, observa cuales son las emociones que se movilizan porque ellas son las que atrapan tu energía. Recuerda, solo tú tienes el poder sobre tus pensamientos, solo tú eliges como gastas tu energía.
Cada Instante que pases disgustado, desesperado, angustiado, furioso o dolido a causa del comportamiento de otra persona, es un instante en el que renuncias al control sobre tu vida. En aquellos pensamientos que enfocas tu atención, ahí van tus emociones y en eso inviertes tu energía, atrayendo justamente más de lo mismo a tu vida.
Te comparto una práctica sencilla, cuando te invadan emociones desagradables:
Tómate 3 minutos;
Respira 3 veces, sintiendo como entra el aire por la nariz y como sale (por la boca o por la nariz como prefieras, sin esforzarte);
Trata de recordar una experiencia bonita, de esas que te calientan el corazón y te despiertan una sonrisa.
Si prefieres puedes mirar fotos recordando momentos felices o escuchar tu canción favorita.
Si te invaden pensamientos desagradables, dirige tu atención conscientemente de nuevo a tu respiración, observa tus emociones y sensaciones corporales sin juzgar, es lo que es, acepta y deja ir...y decide voluntariamente donde poner tu enfoque.
Tómate el tiempo que necesites para disfrutar de la experiencia.
"Encuentra un lugar en tu interior donde haya alegría y esa alegría quemará el dolor". - Joseph Campbell